CRÓNICAS DE UN PUEBLO SAN JUAN DE LA RAMBLA JOSÉ Mª PÉREZ MONTES
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Diario de Avisos, 31 de diciembre de 2004
(237) SAN JUAN DE LA RAMBLA: PARA EL SEÑOR ALCALDE
Señor alcalde: soy una sanjuanera que vive fuera de su municipio y he decidido
escribirle estas letras para protestar también por su mala conducta como alcalde. Y para ver si
reconoce que va usted por muy mal camino. ¿Sabe usted como autoridad, cuál es su deber?
Yo de política entiendo muy poco, pero sí que entiendo que el deber de un alcalde es prestar
atención y ayuda a su pueblo. Y el prestar atención está en la acción de atender, demostrar
cariño, respeto, ser útil…y usted demuestra todo lo contrario. Sea usted consciente del daño o
herida que ha hecho y sigue haciendo a su pueblo. Usted si fuera un buen alcalde tendría el
sentimiento de observar a todo su pueblo en sus necesidades y entender y ayudar a los suyos
en todo lo posible.
Señor alcalde: le he oído hablar en cadenas de televisión y nunca lo que ha dicho me
ha convencido, simplemente porque no corresponde a la realidad. Sólo ha tratado de
demostrar un fingimiento y apariencia de cualidades y sentimientos que en realidad no tiene.
Y sepa usted que esto es hipocresía, es el vicio de los cobardes, y es muy odiosa; la hipocresía
que más odió el Señor.
Señor alcalde: despierte su conciencia, si es que está dormida, y tenga el concepto o la
acción de haberse equivocado y el haber dejado de ser responsable con su pueblo, y que por
culpa suya tiene el pueblo dividido y enfrentado.
Esto es lamentable, es lo peor que le puede suceder a un pueblo. Déjese de atropellos y
de desorden y ponga todo en su sitio. Aprenda de sus propios errores y rectifique y discúlpese
ante los buenos rambleros, porque en realidad lo son.
Nunca con los anteriores alcaldes ha habido problemas que hayan hecho sufrir a los
sanjuaneros de esta manera tan hiriente.