Página 163 - CRONICAS

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CRÓNICAS DE UN PUEBLO SAN JUAN DE LA RAMBLA JOSÉ Mª PÉREZ MONTES
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J.C. Alemán, Pilar Rodríguez, Santiago Pérez y Vicente Quintero.
El secretario general de los socialistas reconoció que el Gobierno de Canarias tiene
pocas competencias en este asunto, "pero por lo menos -recalcó-, sí debería intermediar para
acercar a las partes y crear puentes". Con ese fin ofreció la ayuda de su partido y propuso
acciones concretas, como llevar el asunto al Parlamento regional mediante una serie de
preguntas que deben ser contestadas en el plazo máximo de 40 días. "No les estamos haciendo
un favor -advirtió-, sino que es nuestra obligación porque somos empleados de ustedes".
Puntualizó que no vino a buscar votos, "porque estar aquí le cuesta votos al PSOE en la parte
alta. Pero aun así, estamos aquí porque es lo coherente".
Al final de la asamblea, Juan Carlos Alemán comentó que su principal conclusión es
que el traslado del consistorio es sólo la punta del iceberg de lo que está pasando en San Juan
de la Rambla. "Es la gota que colmó el vaso, la puntilla o el final del proceso de mucho años
de abandono de esta zona del municipio, a pesar de que el gobierno local es de la misma
sintonía que los gobiernos insular y regional. Ahora -añadió- sería bueno que todos
remáramos en la misma dirección".
Mil problemas.
La asamblea de vecinos reclamó soluciones para otros muchos problemas a los que el
gobierno municipal no da solución, como el retraso de las obras de la plaza de San Juan
Bautista, la carencia de un servicio médico de urgencias, la falta de inversiones públicas, la
demanda de viviendas sociales, la carencia de locales para la Tercera Edad, el club juvenil y
la Banda de Música, etc. Además de eso, denunciaron las "persecuciones, coacciones y hasta
agresiones -como la protagonizada recientemente por un concejal- que muchos vecinos sufren
sólo por pensar de forma diferente de los que gobiernan".
José Juan Castro, presidente de la asociación de vecinos Rambla, criticó la inhibición
del Cabildo y el Gobierno, y advirtió que el pueblo sufre "una grave crisis social. Se ha roto la
convivencia por el capricho de un señor. Se ha cometido una injusticia contra el símbolo de
todos -agregó- y estamos dispuestos a seguir luchando".