CRÓNICAS DE UN PUEBLO SAN JUAN DE LA RAMBLA JOSÉ Mª PÉREZ MONTES
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Hernández apunta los casos de San Bartolomé de Tirajana y Maspalomas, casco y zona
turística, separados físicamente por más de 15 kilómetros; o Santa Lucía y Vecindario, centro
y periferia, también en Gran Canaria, donde la diferencia poblacional entre el primer y el
segundo núcleo supera con creces los 50.000 habitantes. En Tenerife, existen los mismos
ejemplos entre Arona y Los Cristianos, Adeje y Las Américas, Granadilla y San Isidro o
Santiago del Teide y Puerto Santiago-Los Gigantes. Incluso, si atendiéramos a las tesis
demográficas, podríamos pensar que Taco o La Cuesta, en La Laguna, tienen argumentos
suficientes para albergar el ayuntamiento, y por lo tanto, convertirse en capital de Aguere.
Prejuicios
"No se puede cambiar la historia", sentencia Hernández al hablar del polémico cambio
de capitalidad en San Juan de la Rambla. "Es cierto que hubo intentos de San José de unirse a
la parroquia de La Guancha. Sin embargo, con el barrio guanchero de Santa Catalina ocurrió
lo contrario. Durante el siglo XVIII dependió de la parroquia de San Juan de la Rambla. Todo
ello siempre desde el punto de vista parroquial, que no civil", precisa el historiador
orotavense. "En Canarias hay muchísimos ejemplos donde los argumentos para un cambio de
capitalidad son infinitamente mayores al que propone el Ejecutivo local de San Juan de la
Rambla, pero siempre ha prevalecido la cuestión histórica sobre otras consideraciones. Eso no
quiere decir que los servicios públicos, sociales y culturales se hallen donde esté la mayor
parte de la población. No obstante, el acto simbólico del pleno tiene que estar en el lugar que
le corresponde por historia", sostiene Hernández. El investigador, catedrático de Historia de
América, considera un "error histórico" la iniciativa de CC-AIS, "porque divide al pueblo y
crea una tensión social innecesaria".
El historiador afirma que el supuesto "pique" entre la zona alta y el casco es algo
relativamente moderno y producto de prejuicios sociales, como ha ocurrido y ocurre en otros
lugares de Tenerife. "Históricamente las élites socioeconómicas vivían en la zona baja de San
Juan de la Rambla, aunque esto no quiere decir que en el núcleo del casco y alrededores no
existieran clases más menesterosas y el campesinado. De todas maneras, esa dicotomía no se
da hoy, es algo del pasado", matiza. El investigador niega que la primera trama urbana del
municipio se localizara en Los Quevedos, como sostiene el Ejecutivo local, en unos de sus
argumentos históricos. Hernández señala a San Juan y La Rambla, como los espacios en los
que se estructuró el origen del municipio. "Aquí no cabe ningún tipo de discusión. De hecho,
en San Juan siempre estuvo la parroquia. Caso distinto ocurre con Santa Catalina y La
Guancha. La primera parroquia de esa localidad estuvo en el primer núcleo", concluye el
historiador.
A juicio de Hernández, existen otros municipios con mayores razones que San Juan de
la Rambla para promover un cambio de capitalidad, e incluso una segregación, atendiendo a
los argumentos de población, peso económico y distancia con respecto al centro urbano.