CRÓNICAS DE UN PUEBLO SAN JUAN DE LA RAMBLA JOSÉ Mª PÉREZ MONTES
139
Los miembros de la directiva de la A.V. Rambla anuncian que pese a las provocaciones
de la AIS intentarán por todos los medios evitar los enfrentamientos, "hasta que la
justicia decida"
Diario de Avisos
San Juan de la Rambla
La citada asociación acusa al gobierno de "enmascarar los acontecimientos" con
"exhibiciones políticas", como la reciente inauguración de la reforma del campo de fútbol El
Volcán, y aseguran que quien ha roto la convivencia y ha creado la crispación y la división
social es el grupo de gobierno municipal "con decisiones irresponsables como el traslado del
Ayuntamiento, avalado por una minoría que pedía el cambio de capitalidad".
Los miembros de la directiva de la A.V. Rambla anuncian que pese a las
provocaciones de la AIS intentarán por todos los medios evitar los enfrentamientos, "hasta
que la justicia decida".
EL Día, sábado 16 de marzo de 2002
(098) ARZALLUZ EN SAN JUAN DE LA RAMBLA
Dice el grupo de gobierno de la A.I.S. de este pueblo en un comunicado de Prensa del
pasado 17 de febrero que la representante del PSOE local, Pilar Rodríguez, es una mal
patriota como Arzalluz, pero de mucha menos categoría. Y digo yo que si la categoría del
político vasco radica en su ruindad, entonces resulta que Pilar Rodríguez es mucho menos
ruin que el Sr. Arzalluz. Enredos de relleno como éste son habituales en los escritos que salen
del Centro Comercial de San José, fenómeno que se debe a que carecen de argumentos y
encuentran serias dificultades para comunicar algo coherente. Y por la misma razón se
autoalaban sin ponerse colorados, y ya se sabe que quien se ensalza, algo esconde; y así dicen:
"El grupo de gobierno viene manteniendo una actitud de serenidad, de respeto, de
responsabilidad y de prudencia ante los graves problemas y las provocaciones protagonizadas
por determinados miembros de la Asociación de Vecinos Rambla y la representante socialista
en el Consistorio".
La gente de la costa, sin embargo, los percibimos justamente como son, es decir,
nerviosos, irrespetuosos, irresponsables, imprudentes... y mucho más. Hace más de quince
años que Manuel Reyes urdió su política municipal como un permanente enfrentamiento con
los vecinos de la costa, tomando como disculpa antiguos atropellos de miserables caciques y
sacar así todo el partido para la zona de medianías en detrimento de la costera, incluyendo los
proyectos, sólo confesados particularmente, del cambio forzado de capitalidad y la sustitución
del nombre del municipio por el de San José. En todo este larguísimo calvario el alcalde y su
entorno no han ahorrado insultos, desprecios, burlas, apodos, multas, desidias, expolios...
pero, sobre todo, mentiras; ¿puede imaginarse más ruindad en la política de un pequeño
pueblo? Aunque en el citado comunicado no tienen reparos en afirmar que aquí abajo estamos
"desestabilizando la tradicional convivencia ciudadana y creando crispación social entre los
vecinos". Luego nos aconsejan que esperemos el pronunciamiento de los tribunales para ver si
el traslado del Ayuntamiento al barrio de San José ha sido legal o no. Ya estamos